martes, 17 de febrero de 2009

El Curso Natural de las Cosas

"Mi corazón. Mi corazón de fuego .Mi corazón de fuego en el centro de los bosques .Mi corazón de fuego en el centro de los bosques que en verano se abren .Mi corazón de fuego en el centro de los bosques que en verano se abren al fulgor de tu sonrisa. Mi corazón, el fuego y tu sonrisa. Mi corazón eras tú."
Dos para el camino - César de María

Peta y Meta con cariñito por favor. Sabes que no me gusta nuestros nombres de pila. La culpa lo tiene el abuelo al llamarnos así, Petronila y Emérita ¡jaja! No te rías, ¿para qué lo cuentas? Crecimos juntas hasta los ocho años. Es rarísimo ver a alguien idéntico a ti, igualitas. Ella estabas con la tía Mechita y yo con el tío Paco. Nos juntan y nos separan. ¿Crees que fue buena idea? Claro, siento que te amo. Yo igual. La tía Mechita abusaba de mi. El tío Paco necesitaba de mi. Somos ángeles. No creo en ángeles, creo en ti. Yo igual. Sentí un escalofrío. Debe ser por la culpa, tranquila. Es una sensación de libertad. Quince y libres. ¿Qué ocurrió con el tío Paco? Me demoré un poco al ponerle la liga en el brazo, me temblaban las manos, me dolía el cuerpo, me dolía mucho. Siempre me lo pedía, inyectarlo luego de... Lastimarme. Tienes razón, confiaba en ti, cerró los ojos. ¿La dosis fue suficiente? Una onza y media de ácido muriático, lo vi de lejos y luego yo cerré los ojos. Yo igual. ¿La tía Mechita dejó que te secaras? No, todo el agua se escurrió en mi cuerpo, no tienes ropa. A ella le gusta verme desnuda por la casa, me gusta tu ropa, gracias. Ella era muy lista, pero mientras dormía le logre inyectar la dosis real del tío, la vi gozar, babear. Un placer exquisito. La cuerda de la llave fue muy resistente, su cuello parecía de goma. Gracias a dios sólo quizo verte calata. No creo en dios, dame la mano, dame un beso. ¡Ése es nuestro bus! Ya nos tenemos que ir. Deseanos suerte. Hoy cumplimos quince años. Quince y libres.

lunes, 9 de febrero de 2009

Felizmente fue Ayer

Ayer lloró.
Supo que había pasado cerca de cuatro años, o de repente más, desde la última vez que tuvo el sabor a lágrimas en su boca. Rogelio las saboreaba, recordaba y veía la televisión. Estaba solo en su cuarto de alquiler con un colchón de dos plazas sin tarima, piso de madera enchapado, cocina de dos hornillas, cajas en vez de cajones, un ajinomen, una olla, una sartén, una toalla húmeda, tres almohadas, paredes blancas de techo alto y luz de fluorescente circular. La impotencia que tenía lo hacia morderse los labios con una rabia incontenible, “¿por qué ya no son lágrimas; sino llanto?”: nariz roja, ojos dilatados, sienes hundidas, entrecejo fruncido, secreción nasal que escupía constantemente.
Era una película comercial, de esas que ponen los canales nacionales los fines de semana a la gente que no tiene nada que hacer, para los solitarios, para los que no tienen plata, para los que están cansados y necesitan paz. La pantalla mostraba a una joven de quince años que tuvo a un niño; esposo drogadicto, la abandona, el niño la cuida, la madre no, es solo un niño y quiere jugar, el niño se enamora, ve a su padre luego de años, el padre sigue mal, no tiene dientes, vive en un remolque con una adicta, le regala un diente y el sueño de su madre, deja a su madre para ser feliz con el amor de su vida y la madre entiende, fin.
¡PERO YA DEJA DE LLORAR! Nada de eso te ha pasado a ti, tu vida es totalmente diferente... Tienes 38 años, fuiste niño de mamá y papá, estudiaste lo que querías, te casaste, te divorciaste, tienes un hijo, no eres adicto, no eres cura, has viajado, tienes los mejores amigos.
Perdiste tus pies, abandonaste a todos, quisieras regresar, que te cuiden, sonreír, ¿sabes que estas muriendo?
“¿Quién es el mal parido que me ha grabado? Estoy solo, llorando como el más huevón de los inválidos... Tener que ver mi desgracia en una pantalla luego de una película de mierda. Mis lágrimas no tienen sabor...”
Hoy, sus labios están hinchados y rotos; casi no siente su cara, está adormecida. Coge un espejo de bolsillo: “Mi primer día en las calles, hoy no soy yo, felizmente fue ayer... ¿quién será el mal parido?”

viernes, 30 de enero de 2009

Escribe sobre mi ( kevans)

Hola, me llamo Guillermo, pero puedes decirme Guille. ¿Te puedo acompañar a tu casa? dime donde vives, ¿me das tu número de cel o tu correo?
Si quieres conquistar mujeres, esa es la única y mejor manera, habla lento y con respeto, muéstrate amable y bizarro. Sería más fácil siendo yo el prototipo de hombre atractivo, rudo y seguro de si mismo con desbordante personalidad. No me preocupa, pues desbordante personalidad es lo que mas poseo. Nadie me mira como a cualquiera, a veces creo que me tienen miedo y eso me fascina, nadie intenta meterse conmigo. Desde que llegué de Chile me dí cuenta que todo es distinto en este país de mierda, donde te miran y etiquetan como la peor huevada. En mi urbanización es aún peor, no me afectan sus cuchicheos, me da gusto ser alguien diferente a todo ese montón zombies sin ideologías.
Hace años me dejo crecer el cabello, hasta hace poco lo tenía hasta el culo, como Daniela Romo, y creánme que fue doloroso cortármelo para donárselo a los niños de neoplásica. Cuando me lo corté, y hago énfasis en eso "sólo hasta los hombros", los maricones de la peluquería, no puedo creer que casi digo "salón", alababan tremenda cantidad de pelo, dijeron que podían hacer una peluca hermosa. Tanta alabanza estimuló mi vanidad, por supuesto no lo vendería por mas necesitado que pudiera estar; además, sería una buena anécdota,la historia de cuando doné mi cabellera a los chicos que no tienen pelo, a las chicas les encanta eso de ser caritativos, nos juran así 'buenos hombres'.
Creerán que soy un arrogante, disculpen, no me doy cuenta cuando lo hago. ¿Se dieron cuenta que aun siendo así, puedo pedir disculpas? No entiendo porque me juzgan de charlatán y mentiroso, ¿acaso no puedo divertir a la gente? Por favor dejen de pensar que soy un idiota, muchas veces me dicen eso, y que también no maduro y soy voluble. No puedo con mi genio, me da risa mentir le a la gente que recién conozco, suelo hacerme el interesante, es que si me vieran con mi cabello largo, mi ropa negra y con mi andar despreocupado, solo falta el lápiz negro en los ojos, pero me llega la mariconada y sobre todo en este país de mierda. Se creen cada tontería que digo, por ejemplo hace poco me encontré con un compañero de escuela, no lo veía hace mucho tiempo y se le ocurrió presentarme a su familia. Me presenté como suelo hacerlo, dando mi nombre y luego al instante, dándoles confianza, les digo que me pueden llamar 'Guille' o 'Gishe' así como los argentinos.Bueno, como les decía, al conocerlos les hice creer que me tiraba a mil mujeres, los estúpidos no me creían, y no los culpo, todos los jóvenes con las hormonas revueltas, como yo y ellos, solemos decir que nos tiramos a todas las putas, tenemos mas de una o en el peor de los casos que nos agarramos a la mas fea cuando estamos borrachos. Pero para mi eso es cualquier huevada, les juré por mi madre y por mi hermana, que me había follado con ella, con mi hermana. Es preciosa, tengo fotos en mi celular, siempre la llevo conmigo, y se que todos se la quieren comer, los tiento. En mi celular tengo fotografías desnudo,algunas con un acercamiento en mis partes intimas; osea, mi pene. Lo tengo pequeño , tanto como mis manos y pies... soy demasiado delgado y mi hermana también.
No me siento mal mintiendo de esa manera, me da gracia ver sus caras, me tildan de depravado, tenía que hacerlo. Para que me crean, tuve que describir todo, cada parte de su cuerpecito delgado y blanco, cada gemido. Confieso que me emocioné mucho, cuando les contaba se me 'paró', sólo por eso me creyeron, al verme tan excitado. Sí, la actuación se me fue de las manos, en estos momentos me siento mal por haberlo hecho, pero ya fue.
Las mujeres me miran mucho, tengo la cara blanca con labios rojos, me los muerdo y les paso la lengua para que se vean mas apetecibles, Ja! mujeres ¿acaso no puedo hacer lo mismo que ustedes? Puedo leer las manos y ver la personalidad de las personas, lo digo para cogerlas porque no se ni un carajo sobre quiromancia ni de brujería, ¡es pura mierda!pero resulta gracioso verlas nerviosas, se ven tontas, curiosas, bonitas, brutas, torpes... ¡sarta de idiotas!
Me desnudo por protesta, fumo hierba y de la mala no me hace daño, me persiguen , me amenazan, me quieren matar.
Estoy aburrido señores, quisiera borrar toda esta porquería que acabo de contar. Estoy deprimido señores, lo he leído tres veces y me siento como un completo imbécil. Realmente me siento muy mal. No quiero continuar. Quiero empezar de nuevo. No quiero ser yo. No me crean por favor, suelo ser un charlatán y mentiroso.

miércoles, 21 de enero de 2009

Pececillos

A mediados de Enero, luego de un almuerzo dominical, Luzmarina se tocó la cabeza. El acondicionador había hecho un buen efecto en cuanto a suavidad, sedocidad y brillo. Sintió como si un pececillo se le escapara de la yema de los dedos, cerró los ojos para concentrarse y sentir a dicho pececillo otra vez, lo hizo, lo hizo, lo sintió otra vez; se tocaba mientras recordaba la pecera que tenía en casa cuando era niña. Le habían regalado una pecera cuando tenía 8 años, le encantaba verlos nadar, comer, defecar, morir. Solía meter la mano dentro de la pecera para poder atrapar a los pececillos, muy pocas veces lograba rozar sus pequeños cuerpecitos suaves y escurridizos. Saltaba de alegría cuando uno se moría y flotaba panza arriba, ya no se movía, y para ella todo era más fácil. Pasaba días con el pececillo muerto, hasta que no se viera o apestara a podrido, luego lo tiraba a la basura, como residuo de pescado de un mercado cualquiera.
Luzmarina abrió los ojos, todavía sentía a los pececillos en la yema de sus dedos, sonrió "niña tonta, ay niña!" y con esa misma sonrisa fue al baño, ya saben, de tanto pensar en agua. Se miraba y cogía a los pececillos en su cabeza, el espejo se reía, el orín mojaba su ropa íntima y calentaba sus piernas. El espejo se reía de Luzmarina, era ella con decenas de agujeros y mechones ralos en su cabeza, estaba volviéndose calva, la piel de su cráneo , suave, tierno, escurridizo. Llenó el lavabo con agua y se sumergió, Luzmarina pensaba en que momento se pondría panza arriba.